BRUSHLESS se refiere al motor, que opera sin escobillas de carbono. La mayor ventaja de funcionar sin escobillas es que la herramienta es más eficiente, por lo que tiene mayor autonomía por carga.
Este tipo de motor permite una velocidad de taladrado consistente y reduce el costo de
mantenimiento, ofreciendo un mayor tiempo de uso. Este motor funciona por inducción magnética por lo que está libre del mantenimiento ocasionado por el desgaste en terminales de contacto (carbones, colector), y se puede controlar su velocidad de forma electrónica.
Estos motores representan una ventaja sustancial frente los motores con escobillas, debido a sus características.
Los motores con escobillas generan una fricción con el giro. Esta fricción necesaria produce rozamiento y desgaste, se crea una resistencia y se desperdicia energía. Esto a su vez también produce calor y ruido. Con los nuevos motores Brushless, debido a su composición (utilizan un controlador electrónico) no contienen escobillas y por tanto no produce fricción al utilizarlos. La ausencia de fricción es la clave, ya que gracias a ello se aprovecha mejor la energía y conseguimos las siguientes ventajas:
- Mayor rendimiento y tiempo de uso (más productividad).
- Mayor torsión y velocidad de rotación (por la ausencia de rozamiento).
- Menor calentamiento.
- Menor mantenimiento (no hay que sustituir las escobillas).
- La regulación del control de velocidad es más eficiente.
- Menos ruido.
Haciendo una comparativa entre ambas tecnologías en las mismas condiciones de uso, un taladro sin escobillas realiza al menos diez veces más de las perforaciones totales que realiza un taladro con escobillas hasta que estas últimas se desgastan y necesitan sustitución.
Como únicas desventajas podemos indicar su coste algo superior, justificado por la tecnología electrónica que emplea. Por otra parte, su uso al exterior es algo más delicado debido a sus componentes semiconductores.
Eficiencia y rendimiento: Los motores Brushless son significativamente más eficientes en términos de consumo de energía, lo que se traduce en una mayor duración de la batería y un rendimiento más potente. Además, la ausencia de escobillas elimina la fricción, lo que reduce el desgaste y mejora la vida útil del motor.
En resumen, técnicamente hablando los motores sin escobillas son mejores que las unidades con escobillas. Los usuarios pueden beneficiarse de un menor mantenimiento, una mayor eficiencia y una reducción del calor y el ruido. Los motores sin escobillas son unidades síncronas con uno o más imanes permanentes.